sábado, 3 de agosto de 2013

ADAPTACIÓN A LA LUZ (aportes a una erótica sin cuerpos)


I PARTE

Los aquí convocados quieren dar aportes sobre la experiencia de lo erótico en la expresión, o cuando menos, sobre la única forma de ser compartida y realizada a través de la escritura. 
Fuera del tiempo que no es ya tiempo, de ese tiempo que bien podemos llamar "eternidad", se encuentra esa experiencia de lo erótico. La palabra que se busca en un lenguaje que no precisa de palabras. Una morfología que se estructura en una sintaxis de lo explosivo. Un todo armónico e imponente, una fuerza energética que actúa por atracción, en lugar de repulsión. Una sinfonía ciega, noctámbula, espléndida en sí. Ante eso, la palabra, la expresión escrita y traducida en palabras, es sólo un intento de aprehensión, no siempre lograda, o al menos, no sin la participación activa de un lector. Entonces, esta erótica de lo escrito y expresado en palabras, se convierte desde ahora, en un secreto pacto entre quien escribe, y quien lee. 



II PARTE

Así pues, el lenguaje de la escritura está ausente. Una fuerza volcánica lo ha callado, lo ha diseminado en partículas sin sentidos. Se ha convertido en gemido silenciado, amordazado, exiliado del socorro. Es ahora lo imposible.
Lo erótico se impone por sobre las lógicas de la coherencia. Lo erótico es ahora ley de las anti-leyes. Lo convencional ha cedido, se ha doblegado. Los cuerpos han sido mutilados de la presencia propia. El estallido de la locura re-ordena las piezas difuminadas, diseminadas. El nuevo cuerpo se estructura en discurso, en "palabra escrita".
Nace ahora "lo erótico", la escritura vuelve a recuperar su esencia metafísica. Lo que está presente en lugar de lo "otro". Así pues, escritura es ahora ausencia de los cuerpos. 




El porqué de MI ROTUNDO NO. Argumento en pocas palabras.
ANEXO a: "ADAPTACIÓN A LA LUZ (aportes a una erótica sin cuerpos)"

Parte 1

En tiempos esquizoides como el de nuestros días, pretender leer todas las notificaciones que llegan al perfil de cada uno, es una carrera de locos. Para evitarse tal ritmo, es preciso elegir qué o sobre qué quiere uno notificarse a su debido tiempo.
En poco menos de una semana, creo haber leído lo suficiente como para situarme entre los grandes desinformados, o peor aún, entre los grandes vaciados, violentamente, de contenido puramente enriquecedor.
He notado un desmesurado incremento de las poéticas de lo erótico, pura y meramente lejanas de lo verosímil, lo anecdótico existencial, de la reflexión, o la animalidad del hombre mecánico que se ve empujado por la rutina hastiaste, a tales saltos cualitativos. ¿Preocupante? Para nada. Cada quien hace a la altura modesta de su intelecto. Formulo el interrogante nuevamente: ¿Preocupante? Sí, seguro que sí.
Imaginemos el escenario actual de las creaciones artísticas, sin las palabras comunes siguientes: pasión - ardor - fuego - piel - humedad - roces - besos - temblores - latidos - gemidos - respiración - sudor... etc. etc. etc. (Digo, si han prescindido de tantos otros elementos, bien podrían, en valor a la economía de recursos, hacer obras sin estas o aquellas palabras, ¿no?.
Imaginemos por un momento tal escenario, y nos atrevámonos a hipotetizar qué quedaría.

1 comentario:

  1. Fuerte y maravilloso tuyo ensayo sobre ese tema casi olvidado en los sótanos del inconsciente de la colectividad y un espacio muy importante para las reflexiones profundas sobre El erotismo: "la llama roja de la vida" o O fogo que arde sem se ver.."
    Gracias, Andrés, por essa posibilidad de pensar lo impensable.

    Deise Puga

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