domingo, 30 de noviembre de 2025

La ironía borgeana: el arte del abismo

En Borges, la ironía no es ornamento ni distanciamiento: es el centro de su visión del mundo. En ella se cifran la conciencia del límite, la sospecha de la realidad y la risa lúcida del pensamiento ante su propio fracaso. Borges no se ríe del mundo, sino con él, desde su contradicción. Su ironía no es burla ni sarcasmo, sino un modo de mirar el universo como una ficción infinita escrita por un dios incierto —o por nadie.

Surge de una convicción metafísica: todo saber es parcial, y toda verdad contiene su negación. Por eso sus narradores se mueven entre la erudición y la parodia, entre el asombro y la duda. En Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, el mundo entero es una invención intelectual; en Pierre Menard, autor del Quijote, la copia literal se vuelve hazaña imposible. Borges no ironiza sobre sus personajes, sino sobre el acto mismo de conocer: el universo se ríe del autor y del lector, atrapados en un juego que promete sentido mientras lo disuelve.

Su ironía, sin embargo, no humilla: revela. Borges sabe que la inteligencia es un espejismo y que la literatura sólo roza la verdad cuando se reconoce como artificio. De ahí esa voz suya, humilde y altiva a la vez, que parece sonreír ante su propia erudición. La ironía se vuelve entonces una forma de piedad: hacia los hombres que buscan a Dios en laberintos o escriben tratados infinitos sin hallarse en ellos.

El humor en Borges es seco, casi invisible, pero luminoso. En El Aleph, lo infinito convive con lo mezquino, lo cósmico con lo trivial. Allí se condensa su ironía: la imposibilidad de unir la grandeza del universo con la pequeñez humana. No hay burla, sino ternura contenida, una sonrisa ante el misterio.

La ironía borgeana no destruye: preserva la pregunta. Es una forma del asombro lúcido, una resistencia ante la infinitud. Borges parece decirnos que toda certeza es una ficción y que toda ficción, de algún modo, guarda una verdad. Y en esa tensión —entre el saber y su sombra— se escucha la música secreta de su obra. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario